Recuperamos el patrimonio histórico de Ontinyent
La comisión de patrimonio del Ayuntamiento de Ontinyent y la Universitat de València han aprobado el informe presentado por Fulton-Azuche, dirigido por el arquitecto Francisco J. Sánchez Medrano y las restauradoras, Cecilia Hernández y María Campoamor – licenciadas en Bellas Artes -, y de esta forma recuperar las policromías para la revalorización cultural de la fachada del antiguo colegio Lluís Vives, actual sede de la Universitat de València en la localidad valenciana.
Durante el proceso de limpieza manual llevado a cabo en la fachada, se identificaron diferentes policromías en los elementos que la componen: cornisas, frisos, balaustres, mampostería, sillería, columnas, etc. Dichas policromías no habían sido visibles hasta el momento de realizar la limpieza debido al grado de suciedad que ésta presentaba y a la dificultad de accesos para su observación.
Una vez que se han comenzado los trabajos de limpieza, y durante la ejecución de los trabajos de estudio patológico de los elementos de la fachada, se observa cómo aparecen diferentes policromías en diversos elementos. Algunas de las conclusiones de este estudio señalan que: existe una policromía original de aglutinante oleoso realizada en el momento de construcción del edificio que reproduce marmolizados sobre el soporte de cemento para conseguir una apariencia noble a partir de materiales industriales y que se corresponde al gusto modernista. En la zona de los canecillos sobre una base anaranjada se aplican veladuras marrones para imitar vetas de madera. La mampostería tiene un encintado perimetral de grosor y coloreado en tono anaranjado con línea incisa oscura que corresponde al original.
Las obras de reparación de las fachadas comenzaron a finales del mes de diciembre y se espera que estén concluidas antes del próximo curso académico. La UTE Fulton SA-Azuche 88 SL, fue la adjudicataria ya que presentó la oferta económica más ventajosa, en un proceso de licitación al que concurrieron nueve mercantiles, y el proyecto está dirigido por el director de construcción de FSA, Julián Costa.
La fachada del inmueble, especialmente la principal, contiene importantes elementos ornamentales que con la actuación ahora iniciada serán restaurados y puestos en valor. El edificio central, la construcción tiene tres volúmenes, es el más ornamentado y la fachada principal del mismo cuenta con varios tipos de revestimiento, como piedra concertada, careada y mortero, además de franjas verticales de esgrafiados y escudos en las mimas, rematado por pináculos.
La actuación en las fachadas del histórico inmueble permitirá reparar y restaurar estas portadas con el objetivo de garantizar la seguridad y la estanqueidad de las mismas, así como su conservación y ornato, según se expone en el proyecto de actuación. La intervención incluirá también la retirada de elementos impropios como los restos de un antiguo depósito de agua en cubierta y algún cerramiento de ladrillo.
El pasado 21 de enero el singular edificio del colegio Lluís Vives cumplió 84 años desde su inauguración, en tiempos de la II República Española, con la denominación inicial de Centro escolar “Joaquín Costa”.
El acto inaugural constituyó un evento relevante, de la entonces II República, con un llamamiento a la ciudadanía del alcalde Paco Montés, por lo que representaba dicho centro para los programas educativos en curso de la República. Siendo pionera en la concepción pedagógica, y en ser graduada y pública. El edificio tuvo un coste final de 221.340 pesetas de la época y estuvo ligados al carácter del gobierno español en los diversos momentos. Empezando por el que siguió a su inauguración y marcado por el régimen republicano imperante.
Los efectos, tras la guerra civil, fueron muy duros y prevalecen las depuraciones y el borrado de la memoria que se hizo patente en el cambio de nombre del centro educativo, con el beneplácito del acuerdo adoptado por la primera Corporación municipal franquista.
La entrada en vigor de la LOGSE dejó anacrónicas las instalaciones de este edificio escolar y la docencia se trasladó al colegio del Llombo, de nueva construcción. Con posterioridad, y tras diversos usos, el “Lluís Vives” pasó a albergar las aulas docentes de la Universitat de València.